En el mar
qué isla más firme sino la mirada.
Busco una botella de costas lejanas,
el corcho de madera de unos labios
que soplaron al viento
y yo escuché mi nombre.
Este sabor a vino tinto,
a redes que se perdieron por alcanzarte,
inicia la marea en la que te busco,
y es el viento
y es tu nombre y la mirada.
Son mis pensamientos
y su respuesta
cuando la ola rompe.
Miguel León-Govea,
2008
viernes, 21 de mayo de 2010
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mire que venir a leerlo acá.
ResponderEliminarun saludote.