Durante mi viaje a Quebec, me acompañó una estrella: estabas tú en todas las lecturas, entre mi mano, mi voz y mi pecho, vibrando en las emociones del lugar, titilante como tus ojos ayer y cada día. La gente que se reunía para escuchar la poesía preguntaba el porqué de esta estrella, después de la respuesta se escuchaban aplausos, y es que estábamos los dos ahí, como en el tiempo de España.
Gracias, Compañera, por tu estrella, bon étoile, que me dio mucha fuerza en las lecturas, en mi voz y en los movimientos, sabía que tus manos estaban en esa estrella verde. Daremos gracias por eso, Aída.
Gracias, Compañera, por tu estrella, bon étoile, que me dio mucha fuerza en las lecturas, en mi voz y en los movimientos, sabía que tus manos estaban en esa estrella verde. Daremos gracias por eso, Aída.
Tu Compañero, Miguel Ángel
Muchas gracias compa.. lagrimitas de emoción.. y no me pongo más cursi por que... los PPPM no les interesa leer eso de mí.. mejor te lo digo..:)
ResponderEliminarjajajaja... sí sí nos interesa. Chisme Chiiisme! :p ntc. Qué hermosas palabras de nuestro presidente, luz en los dos y para los dos.
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