Pensó que podría saltar. Las escaleras estarían demasiado lejos de él, y el hielo, desde esa altura, se convierte en la más segura de las muertes. Entonces tomó una cuerda asida a uno de los postes de acero, la sujetó con fuerza en su cintura y no saltó.
sí güey, pero entonces qué?
ResponderEliminaraís, yo también me sujetaré a la cuerda!
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