martes, 27 de octubre de 2009

El Amor es...

El amor no es,
por eso se cuela entre los huesos,
y engaña al hígado,
voltea los intestinos
y hace perder el compas al corazón.

Solo aquel,
que ha logrado asimilar de su organismo al amor,
y se hace con él una misma cosa,
puede presumir que realmente ha amado.

Mientras que los desdichados,
muertos de amor y cansados de adorar,
solo han querido encarnarse en el otro
y verse reflejados en aguas calmas.

El amor no es,
no se cuenta,
no se mide,
no se crea,
no se pierde en la inmensidad de tus ojos,
no se peina ni se maquilla,
el amor no conoce otra cosa más que al amor,
no se expande ni se contrae,
ni pierde el tiempo,
ni pierde la calma,
ni gasta saliva.

El amor no es, por eso lo es todo.




Gabriel Gómez Álvarez

viernes, 23 de octubre de 2009

Erwann Rougé, el jaguar de Tres Ríos, Quebec






Le jaguar

Le jaguar dort. Ses yeux pourraient être la montagne, les mots, sa respiration. Il est lui-même son ombre, et lui-même ne sait pas qu’il existe.
On raconte que quiconque écoute son rugissement voit son coeur se paraliser. Le jaguar est le parfait chasseur d’instants.
Possédant une lumière imposible, il trouve son reflet dans l’âme des femmes et des hommes, et il ne s’enfuit pas, mais il les laisse partir sans qu’il ne le sachent.
Je regarde le jaguar cet après-midi et je n’ai pas peur de lui.
J’écouite son rugissement et il n’envahit pas mon silence.
Il est fair en terre cuite,
il est sur ma table.

El jaguar

El jaguar duerme. Sus ojos pueden ser la montaña; las palabras, su respiración. Él mismo es su sombra, y él mismo no sabe de su existencia.
Dicen que a quien escucha su rugido se le paraliza el corazón: El jaguar es el perfecto cazador de instantes.
Poseedor de una luz imposible, encuentra su reflejo en el alma de mujeres y hombres, y no huye, pero los deja ir sin que lo sepan.
Miro al jaguar esta tarde y no le temo.
Escucho su rugido y no invade mi silencio.
Es de barro,
está sobre mi mesa.



Miguel León-Govea
San Cristóbal de las Casas.
Julio, 2009

miércoles, 21 de octubre de 2009

Por fín.


Por primera vez mis PPPM conectados al mismo tiempo.. Los amos a todos y cada uno de ustedes. No se diga más.
Besos eternos y un poco enfermos ujuy.,.

martes, 20 de octubre de 2009

Sucede que...

Uno no se cansa de ser poeta. Las anclas son sólo para los mares. La piedra sostiene a la montaña.
Sucede que no me canso, que la vida es más que suficiente para mis brazos. Hacer poesía es divertido, se mira al mundo, se modifican sus encantos. El cansancio requiere huesos, la poesía, alma. El silencio es necesario para que viva la palabra.

El poeta cansado, dejó de serlo
y sigue cansado.

miércoles, 14 de octubre de 2009

Étoile, Compañera







Durante mi viaje a Quebec, me acompañó una estrella: estabas tú en todas las lecturas, entre mi mano, mi voz y mi pecho, vibrando en las emociones del lugar, titilante como tus ojos ayer y cada día. La gente que se reunía para escuchar la poesía preguntaba el porqué de esta estrella, después de la respuesta se escuchaban aplausos, y es que estábamos los dos ahí, como en el tiempo de España.
Gracias, Compañera, por tu estrella, bon étoile, que me dio mucha fuerza en las lecturas, en mi voz y en los movimientos, sabía que tus manos estaban en esa estrella verde. Daremos gracias por eso, Aída.
Tu Compañero, Miguel Ángel

martes, 6 de octubre de 2009

Nadie

Entró corriendo exaltado y con la camisa llena de sangre. Pedía ayuda y gritaba por un médico, temblaban sus manos y sus ojos estaban llenos de lágrimas. Pude observar algunos golpes en su cabeza, y se sostenía el brazo izquierdo con el otro para que no le colgara éste como un trapo. Volvió a gritar ayuda, un médico, gritaba con fuerza, pero no había nadie más que yo. No se percató de mi presencia, y fue directo a la cocina, hizo una llamada, pidió ayuda, una ambulancia, dijo que su hijo de 9 años estaba todavía en el carro y que sangraba mucho. Cuando colgó el teléfono se tiró llorando al suelo, un llanto profundo lo derribó, trató de pararse pero se tambaleaba. Me percaté que él también estaba sangrando, había dejado un camino de sangre desde la puerta hasta la cocina, y se estaba haciendo un charco alrededor de su cuerpo. Cuando por fin logró levantarse me acerqué para tratar de ayudarlo, pero me confundió su rostro, no tenia ojos, ni boca, ni nariz, era solo como una tela bien tensa sobre su cara, totalmente desfigurada. En ese momento, se abrió un hueco a la altura de su boca y pude ver algo como una lengua, y escuchar un gemido, no supe distinguir si era risa o llanto, pero de ahí salió una luz segadora. Quedé totalmente encandilado, y percibí un aroma a flores. Cuando la luz cesó, ya no había nadie, solo quedaba el charco de sangre y una corona funeraria que tenía un listón donde estaba escrito mi nombre.
Gabriel Gómez Álvarez

uno más o uno menos?


viernes, 2 de octubre de 2009

Éxito y triunfo compañero Govea!...