martes, 20 de octubre de 2009

Sucede que...

Uno no se cansa de ser poeta. Las anclas son sólo para los mares. La piedra sostiene a la montaña.
Sucede que no me canso, que la vida es más que suficiente para mis brazos. Hacer poesía es divertido, se mira al mundo, se modifican sus encantos. El cansancio requiere huesos, la poesía, alma. El silencio es necesario para que viva la palabra.

El poeta cansado, dejó de serlo
y sigue cansado.

2 comentarios:

  1. El silencio. ¿Alguna vez te comenté mis ideas sobre el silencio?

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  2. Coméntamos.. prima.. mucho sin saber de tí.. aquí.. Te quiero!

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